Terapia Láser

Los avances tecnológicos como el láser nos permiten contar con novedoso procedimiento que reduce las molestias características de métodos tradicionalmente empleados, como el temido “taladro” del dentista, sin olvidar que ayuda a reducir el tiempo de las intervenciones.

Actualmente, para terminar con el “miedo al dentista” existen dos caminos, el más recomendado es la ruta de la prevención, con la que es posible evitar la mayoría de las enfermedades. El otro es cuando hay que recurrir a cierto tratamiento curativo, y para lo cual podemos echar mano de nueva y avanzada tecnología como el láser odontológico, que alivia problemas bucales sin estrés ni dolor.

Las ventajas del mencionado avance sobre el torno o turbina convencional radica en que en la mayoría de los casos no es necesario administrar anestesia, ya que se puede trabajar directamente sobre la pieza a tratar sin que esto produzca molestias. Al ser un haz de luz, tampoco existen la vibración o el ruido, tan rechazados por los pacientes, sin descontar que al no existir contacto del taladro resulta más higiénico.

Cabe señalar que el nuevo concepto del consultorio de la especialidad para el siglo XXI consiste en contar con áreas más relajantes, médicos capacitados que logran captar y calmar los sentimientos de temor de sus pacientes, auxiliados por sofisticados equipos que acortan el tratamiento.

Desde su primera visita a un sitio como éste, el paciente puede conocer el problema que lo afecta con ayuda de la cámara intra-oral o por medio de rayos X, cuando el caso lo amerite y a partir de ahí el odontólogo podrá determinar el plan de tratamiento adecuado y, por ende, el presupuesto real de la terapia.

¿Qué es?

El término láser está formado por la primera de cada letra de la palabra de su definición en inglés: light amplification by stimulated emission of radiation (luz amplificada por emisión estimulada de radiación), fenómeno basado en principios teóricos postulados por el físico alemán

terapia1Albert Einstein (en 1917), a través del cual se obtiene luz con propiedades específicas muy diferentes a la ordinaria, y con alto grado de concentración energética cuyos usos son variados. Bajo este precepto, en 1960, el físico estadounidense de origen indio, Theodor Maiman, inventó el primer láser de rubí enfocado a tratamientos médicos, cuya evolución y aplicaciones aún están lejos de agotarse.

Prueba de lo anterior es que el actual láser dental es rayo altamente enfocado que viaja a través de fibra óptica a una pieza manipulable parecida a la convencional, misma que el especialista dirige dentro de la cavidad bucal.

Algunos de los procedimientos posibles con esta tecnología son: 

  • Eliminación de caries. Puede usarse prácticamente en todos los tipos de perforaciones dentales, siempre que no sean muy profundas. El láser remueve sin molestias el tejido infectado, sin el calor provocado por la fricción de la fresa (pieza perforadora), ni tampoco ruidos y vibraciones que en su mayoría estresan a los pacientes.
  • terapia2Cirugías periodontales. La periodoncia como tal es el manejo de las estructuras de soporte de los dientes (hueso y encía); éstos, generalmente, se ven afectados por mala higiene oral, caries, tratamientos ortodónticos y algunos hábitos como fumar.
    Las manifestaciones periodontales suelen ir desde sangrado y enrojecimiento de la encía, hasta el aflojamiento, dolor, supuración (aparición de pus) y caída de los dientes.

    Dicha especialidad también se ocupa del tratamiento antes de la colocación de prótesis o corona, implantes dentales y atención previa a la ortodoncia, entre otros.

    La función del láser dental en este procedimiento es evitar el sangrado y esterilizar la zona evitando el riesgo de que se propague la infección.Para la mayoría de los tratamientos periodontales con láser no se requiere el uso de anestesia. Se utiliza una pieza de mano especial que transmite energía a través de un cristal de cuarzo que desprende las sustancias adheridas a la raíz del diente, como el sarro.
  • Combate la sensibilidad. Consiste en la intolerancia a estímulos fríos o calientes y, en casos más graves, al tacto; es provocada por desgaste en la superficie del diente, ya sea por mala técnica de cepillado o por fracturas en el esmalte. Si bien en el pasado no había tratamiento 100% efectivo para eliminar este problema, el láser dental logra hacerlo tardando sólo un minuto por cada pieza.

     

  • Endodoncia. Esta especialidad se encarga del interior (del griego endo) de los dientes (dontos) y está dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del nervio dental (pulpa). La causa más frecuente para someterse a este tratamiento de conducto es la caries que, por lo general, cuando no es tratada a tiempo permite a las bacterias llegar hasta la pulpa (compuesta por células y vasos sanguíneos) produciendo infección e inflamación, por lo que es necesario eliminar el tejido dañado inflamado, para luego desinfectar el interior del diente y, por último, sellar los conductos y así salvar a la pieza de la extracción.
    En este caso, el láser se utiliza para secar y esterilizar el conducto antes de la obturación (rellenado), lo que garantiza el aumento en el porcentaje de éxito.

     

  • Blanqueamiento dental. Este sistema permite blanquear la dentadura por lo menos tres tonos en 5 segundos.

     

  • Cirugías. Permite desarrollarlas en campo estéril (seco y limpio), con cortes claros y nítidos, así como con menor necesidad de anestésicos, además de que generalmente no se requiere sutura. La persona tratada con esta técnica no presenta dolor ni inflamación y su cicatrización es más rápida.

El láser dental también está indicado en la toma de biopsias (muestra de tejido para su análisis), eliminación de aftas, corte de frenillo (en medio de los dientes o detrás de los labios) y gingivitis (sangrado excesivo de encías).

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